viernes, 30 de diciembre de 2011

Tipos de resina


Esta entrada surge ante la pregunta de Ángel Sarget, alumno de 3º de Enseñanzas Elementales, que en la última clase me preguntó si importaba que la resina fuese amarilla o negra, así que he estado investigando y he encontrado bastante información, sobretodo de un luthier llamado Andy Fein.
Como vimos en la entrada donde hablamos de los cuidados del arco, la resina es una parte esencial a la hora de hacer que nuestro instrumento suene. En la siguiente entrada veremos que hay distintos tipos, si importa que sea de un tipo o de otro y, en caso afirmativo, saber cual escoger.
Tipos
Es importante saber que las resinas de violín, violoncello y contrabajo son distintas. Durante mucho tiempo violines y violas han "compartido" resina pero actualmente hay  también resina especial para violas. A parte de las normales, las hay también en polvo y líquidas, pero no nos ocuparemos de éstas por ahora. 

La diferencia entre las resinas para cada instrumento es el grado de “dureza” que tienen, así como la “pegajosidad” y polvo que dejan en las cerdas. No podemos olvidar que las cuerdas de los otros instrumentos de la familia de la cuerda frotada son más gordas que las del violín, y por tanto cuesta más ponerlas en vibración. Por eso los arcos de estos instrumento también son distintos: los de cello y contrabajo, por ejemplo, son más gordos y cortos, y con más cantidad de cerdas. Con el arco de viola las diferencias son más sutiles, pero también son más pesados que los de violín
Pero para lo que nos ocupa este post, básicamente distinguiremos entre dos tipos de resina: la clara (color ámbar) y la oscura (negra). Existen también resinas que se encuentran entre estos dos tipos, dependiendo de la oscuridad de su color, se asemejan más a un tipo o a otro. 

En principio cuanto más clara es una resina, más dura es. Cuando una resina es “dura” significa que la resina suelta poco polvo (aunque grueso) y aguanta más en las cerdas. Las “blandas” (oscuras) sueltan más polvo, pero aunque éste sea muy fino, si ponemos demasiada puede llegar a producir una especie de ruido “granulado”. Esta distinción es similar al grado de dureza de los lápices, por tanto no hay ninguna que sea mejor que otra, siempre depende de las características que andemos buscando.
Por tanto, con resinas claras, pondríamos más resina cada vez, pero tardaríamos más en ponerla (10 o 12 pasadas cada 3 o 4 días). Con las oscuras (“blandas”) hay que poner menos resina y de forma más frecuente (4 o 5 pasadas cada día). De todas formas, como hemos dicho, todo esto depende de lo que mucho o poco toquemos y de nuestras sensaciones a la hora de tocar, pero, en general, a muchos de vosotros se os olvida “dar de comer” a vuestro arco
Si nos pusiésemos muy “frikis” podríamos decir que las resinas “blandas” son mejores para climas calurosos y húmedos (o para verano) y las “duras” son mejores para climas fríos porque el polvo suave consigue mejor agarre en éstos climas.
Algunas de las diferencias que encontraremos entre distintas marcas y tipos de resina serán: cantidad de sonido, cantidad de polvo, el “agarre” que producen, claridad y tipo de sonido (más brillante u oscuro). Todas estas diferencias deben ser importantes para nosotros como intérpretes, por lo que aunque al principio nos apañemos con la resina que viene con la funda, el arco y el violín, tal y como vayamos aumentando nuestro nivel debemos empezar a tener en cuenta la resina que utilizamos. Hay incluso marcas de resina que están diseñadas para un tipo determinado de cuerdas (hay resina Obligato para cuerdas Obligato). Personalmente no he llegado a probar esta resina con estas cuerdas, por lo que no os puedo decir si funciona o no, pero sí os puedo decir que la resina ha sido diseñada para potenciar las características de estas cuerdas
Como última curiosidad os comentaré que hay gente que es alérgica a la resina, pero hay una resina especial para estas personas. Se llama Clarity y no produce prácticamente polvo, por lo que evita el problema de la alergia. Además al ser sintética la podemos encontrar en varios colores:

Resinas Clarity


Forma de poner resina
La mejor forma de coger el arco para poner resina es como podemos ver en la foto, cogiendo el arco con la mano como un puño colocando el pulgar justo delante del anillo de metal. De esta forma evitaremos que la resina choque contra el anillo y vayamos rompiéndola poco a poco. 




A partir de esta posición, lo mejor es pasar el arco por la resina con arcos largos y con repeticiones pequeñas en la punta y en el talón. Es importante que haya buen contacto entre las cerdas y la resina para que éstas se impregnen bien de la misma.
Como ya hablamos en el post del arco, en mi opinión es mejor poner resina después de tocar, ya que así ésta se adhiere mejor a las cerdas. Si la colocamos antes lo único que conseguimos es quitarla rápidamente y provocar más polvo que de la otra manera. Hay que recordar también que este polvo al ser pegajoso puede crear una pequeña costra sobre nuestro instrumento que, a parte de verse sucio y con mal aspecto, esta costrilla disminuirá las vibraciones de nuestra tapa superior

Hasta el próximo post!

No hay comentarios:

Publicar un comentario