domingo, 23 de septiembre de 2012

Concierto para violín y Orquesta en Mi m, Op. 64 de F. Mendelssohn. 1r mov


Podréis encontrar el archivo de audio pinchando aquí. Es un enlace a una carpeta de dropbox, así que por seguridad y que no desaparezca dicho archivo, mejor lo copiáis y lo pegáis en vuestro ordenador. Por favor, no cortéis y peguéis.

La version del concierto es la de Janine Jansen con la Orquesta del Gewandhaus de Leipzig y bajo la dirección de Riccardo Chailly.

Este concierto no es sólo una de las obras más conocidas y admiradas de Mendelssohn sino que figura también entre las más perfectas del repertorio para violín. Esta obra está relacionada con dos de los violinistas más famosos de la época de Mendelssohn: Joseph Joachim y Ferdinand David. David era maestro de conciertos en la Gewandhaus (la sala de conciertos) de Leipzig cuando Mendelssohn dirigía aquella orquesta. Como se veían raras veces, se escribían con frecuencia, y a través de sus cartas podemos seguir la construcción del Concierto para violín desde su concepción (hacia 1838)

“Me gustaría escribir para vos un concierto para violín para el invierno próximo. Tengo algo en la cabeza en Mi menor, pero no tengo tranquilidad para darle comienzo.”

La relación con Joachim se basa en la siguiente anécdota:

Cuando Joaquim hizo su presentación en Leipzig, a los doce años, interpretó una Fantasía sobre “Otello”, de Ernst, que incluía un atrevido salto en la cuerda Mi que llegaba hasta la nota tres octavas por enciam del do medio. Mendelssohn quedó muy impresionado y dijo después  a Joachim que si alguna vez escribía un concierto para violín, escribiría un salto semejante.

En 1844 el concierto estaba terminado, completo y con el salto. Ferdinad David el violinista a quien dedica la partitura, lo estrenó en el Gewandhaus de Leipzig el 13 de marzo de 1845 y el éxito fue inmediato y unánime. David escribía a Mendelssohn más tarde:

“El concierto tiene cuanto puede pedirse a un concierto de violín; los violinistas nunca os agradecerán bastante este regalo. Yo mismo hubiese deseado siempre escribir un concierto así.”

Mendelssohn tocaba el violín, pero indudablemente David tuvo un papel considerable en la creación del solo. La popularidad del concierto tanto entre el público como entre los intérpretes se debe a su elevada calidad musical y a las oportunidades de exhibición que ofrece al solista, sin caer en la parte musicalmente vacía del virtuosismo. Se ha dicho que está escrito “como desde el alma misma del violín”.

Orquestación: 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagots, 2 trompas, 2 trompetas; timbales; cuerda (violines I y II, violas, violoncellos y contrabajos); violín solista

El primer movimiento Allegro molto appasionato, tras un único compás de introducción, el solista expone el bellísimo tema lírico:



que está en la base del Allegro inicial, completado por otro de carácter parecido. La orquesta entera adopta el tema principal, siendo reemplazado por un tema secundario en el oboe, que a su vez es inmediatamente absorbido por el violín.Una vez terminada la exposición el movimiento se desarrolla con fluidez y elegancia, alternando momentos íntimos y poéticos con otros de gran brillantez sonora. Aparece un nuevo tema, y su desarrollo alcanza el clímax en la gran cadencia del solista. El segundo tema aparece constantemente en los tutti y en la coda, cuyo tiempo aumenta con seguridad; ambso temas se mezclan de manera magistral. Si el final os parece extraño, es porque una simple nota mantenida por el fagot sirve para enlazar con el segundo movimiento, pero para eso habrá que esperar hasta la semana que viene.

Pregunta:

¿De qué nacionalidad era Felix Mendelssohn?

¿En qué minuto y segundo del movimiento empieza la cadencia del violín solista (sin acompañamiento)?

Puedes responder en los comentarios de este post.

Gracias!

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